La historia que les cuenta aquel hombre, le da una explicación ambigua a lo que sucede con Eva. Alejandro siente cómo la bilis le sube del estómago a la garganta, pero debe mantenerse tranquilo, debe pensar con la cabeza, pues no puede hacer movimientos estúpidos, sabe que el tiempo que ella pasa con Sergio vale oro, pero no puede arriesgarse a que algo salga mal.
Tras terminar tremendamente ebrio, Antosha, termina revelando dónde está la ubicación de la casa. Alejandro quiere ir en ese momento para recuperar a su mujer e hija, pero sabe bien que las cosas pueden resultar un poco más complicadas, pues si ella no recuerda nada o realmente quedó mal de la cabeza, ella al verlo no lo podrá reconocer, así sea el amor de su vida.
Tras un mes de monitorear la casa de Sergei, se percatan de que el hombre vive de manera tranquila en una buena zona, la seguridad es reducida, pero la hay, incluso hay cámaras de video que graban las 24 horas, así que no pueden confiarse.
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