A la mañana siguiente, Eva despertó en los fuertes brazos de Alejandro, el hombre dormía plenamente a su lado. Ella sintió su toque y sonrió, no podía creer que aquello estuviese pasando, pero esta era la realidad, ella y Alejandro ahora comenzarían una nueva vida juntos, sabía que ambos habían madurado y que ya no eran los mismos de hace años.
Luego de estar despierta por un rato, se giró y vio el rostro de aquel hombre y no podía creer cómo había iniciado todo con este hombre. De no haber sido por Sara, ella estaba segura de que jamás habría conocido al padre de su hijo y jamás habría tenido la oportunidad de vivir todo lo que había vivido.
- ¡Te amo! -dijo Eva en voz baja.
- Yo también te amo… -dijo Alejandro abriendo los ojos.
- ¿Estabas despierto?
- Llevo rato…
- Hmm…
Alejandro se levantó y quedó encima de Eva, la miró fijamente y sonrió.
- No importa cuando el tiempo pase, siempre creeré que eres la mujer más bella que he conocido y la mujer de mi vida. -dijo él, acercándose a b