Eva se encontraba inmersa entre tanto trabajo, que se le había pasado el tiempo como agua.
- Jefa… Tiene una llamada de su esposo -dijo Marta, su nueva asistente.
- ¿Esposo? -pregunto Eva sorprendida.
Hasta donde Eva sabía, ella era soltera, bueno, divorciada, pero ¿Casada?
- Marta, ¿dijiste bien? -repitió Eva.
- En la línea está un hombre llamado Alejandro y dice que es su esposo. -dijo Marta, apenada.
Eva sonrió de medio lado, tomo la llamada y le hizo señas a Marta para que la dejara sola.
- ¿Con qué esposo? ¿Eh?
- De lo contrario no te pasarían mi llamada, oye, acabo de ir a recoger a Augusto al colegio…
- ¡MADRE SANTA! ¿Qué hora es?
- Son las 4:00 pm, no te preocupes, dicen que hablaron de la escuela a tu móvil, pero no contestaste, así que me hablaron a mí y fui por él. Augusto está bien, ahora está haciendo la tarea aquí en mi oficina.
Eva se sintió agradecida, pero apenada, estaba tan metida en su papeleo que, se le había olvidado ir por su hijo al colegio.
- ¡Gra… ¡Gracias!
-