31. Una noche especial
Álvaro Duarte
Me recosté en la silla mientras colgaba el teléfono y dejaba escapar un suspiro, uno de esos que vienen cargados de paz. El restaurante había confirmado. Todo seguía tal como lo había planeado.
Por un momento, esta mañana, lo dudé. Pensé que lo correcto era cancelar… que lo más prudente, tras la muerte de Damiana, era dejarlo pasar. A pesar de todo lo que hizo y de que alguna vez llegué a sentir que la odiaba, no deseaba que Emilia pasara por el sufrimiento de perder a su madre, había perdido a los míos y aunque, la muerte de mi padre fue algo que no esperaba, muy en el fondo me dolió, en especial porque nunca tuvimos un vínculo real de padre a hijo.
Pero entonces Emilia, me pidió que no lo hiciera.
“No detengas lo que ya habías planeado, por favor. Quiero estar contigo… hoy, más que nunca”.
Cerré los ojos al recordarlo. Cómo no iba a hacerlo. Cómo negarme, si era precisamente ella la razón de todo.
Hoy no era un día cualquiera. Hoy se cumplían tres años desde que nue