42. Tienes que tomar una decisión
Un mes después.
Caminaba de un lado a otro en mi despacho mientras jugaba con los dedos de mis manos de manera inconsciente. Estos dos últimos meses han sido una prueba muy difícil para mí, muy cobardemente opté por evadir a Santiago y dejar de ir a la mina. No soportaba verlo, él siempre era amable conmigo, como todo un caballero, pero no había mostrado señal alguna de que se hubiera quedado para estar conmigo y eso comenzaba a doler.
¿Debía hacerme a la idea de que nada pasaría entre los dos?
No podía más con la angustia de saber que pasaba con él. Necesitaba saber si aún me amaba como lo había dicho antes, para no hacerme más ideas en la cabeza. Era por eso que había decidido hacerle una visita a la mina.
Hacía poco más de una semana que no venía, me sentía orgullosa de que Santiago estuviera haciendo un excelente trabajo administrando la mina. Costo algo de esfuerzo, pero después de unas semanas, los mineros de antes regresaron, hubo una reunión y un comité donde nos externaron el