El libro casi se le resbaló de las manos ante el sobresalto.
Cassian estaba allí, apoyado contra el marco de la puerta con una carpeta en la mano, vestido con una camisa negra, el cabello ligeramente despeinado y luciendo muy atractivo.
"Contrólate, Katherine. ¿Qué bicho te picó?"
—Te ves... bien —dijo con una media sonrisa ladeada, ese tono desdeñoso que usaba como arma.
Ella estaba a punto de responderle pero su pie quedó en el aire después de que intentara bajar.
Todo pasó en menos de un segundo.
El grito nunca salió de su garganta cuando cuerpo empezó a caer.
Un par de brazos fuertes la atraparon contra su pecho antes de que cayera al suelo, mientras que su corazón latía apresuradamente contra su pecho.
—¿Siempre bajas libros lanzándote al vacío? —murmuró él, con voz baja y divertida.
Ella aún no podía responder porque su cuerpo estaba pegado al suyo, él la había protegido en un impulso rápido. No es que fuera a morir por una caída, pero de no ser por él se hubiera golpeado fuerte