Capítulo 13 —Despertar entre susurros
Lyra abrió los ojos lentamente. El mundo a su alrededor estaba envuelto en penumbra; la luz de la ciudad se filtraba a través de las cortinas, dibujando líneas doradas sobre la alfombra del lugar donde se encontraba. La primera sensación que la golpeó no fue el frío ni el dolor: fue la seguridad. Estaba cálida, protegida, y alguien estaba cerca.
Parpadeó varias veces, intentando enfocar la figura que se movía suavemente junto a la cama. Su corazón dio un vuelco al reconocer el contorno de aquel hombre que la había salvado, el mismo que la había sostenido entre sus brazos como si su vida dependiera de ello. Elián.
Sus rasgos, que en la memoria se mezclaban con la niebla de la noche y su propio desconcierto, se revelaban con claridad ahora. Alto, imponente, con hombros amplios y musculatura marcada sin ser exagerada; cabello oscuro ligeramente despeinado; ojos que parecían penetrar incluso la más profunda mentira del mundo; y una mandíbula firme