CAPÍTULO 22: PRIMER SUSPIRO
Yaroslav estaba de vuelta en la habitación, sentado cerca de Cristel, quien seguía profundamente dormida. El doctor había dejado claro que dormiría toda la noche y que no despertaría hasta la mañana siguiente.
Yaro, precavido como siempre, no permitió que él ni su equipo abandonaran el lugar; los había mandado a instalarse en habitaciones de visitas dentro de la propiedad, asegurándose de que monitorearan a Cristel cada cierto tiempo. No iba a correr riesgos, sobre todo después de que, horas antes, ella había presentado fiebre.
Estaba exhausto pero se mantenía firme sentado en el sofá, los codos apoyados en las rodillas, la cabeza inclinada hacia abajo, los ojos cerrados apenas unos minutos, intentando darle algo de descanso a su cuerpo, aunque no lograba entregarse al sueño por completo.
Su mente seguía alerta, mientras estaba atrapada en una maraña de pensamientos que lo atormentaban en silencio.
Volvía una y otra vez a las palabras que Cristel le había l