CAPITULO 10: TRASLADADA AL INFIERNO
EN LA DELEGACIÓN POLICIAL
En la fría celda de la comisaría, se encontraba Cristel sentada en la cama rígida en una esquina con las piernas juntas mientras se abrazaba de sus rodillas. Había pasado horas en completo silencio desde que se marchó su traicionera ex amiga, dejándola con un torbellino de pensamientos en la cabeza, sin apenas moverse, con la mirada clavada en un punto invisible frente a ella, en el mismo estado desde que llego ahi.
El aire en del lugar era pesado, viciado, y las paredes opresivas parecían cerrarse sobre su cuerpo cada segundo que pasaba. Cada latido de su corazón era una mezcla de miedo y rabia, mientras seguía preguntándose: ¿si estaba bien su hija?, ¿si la habían encontrado y estaba ahora a salvo?
El sonido metálico de una llave girando en la cerradura la sacó de su letargo. Levantó la cabeza con rapidez. El oficial que la había encerrado en aquella celda estaba ahí parado, con un rostro pétreo y mirada indiferente la o