Desde la perspectiva de Carlos
El planeador cortaba la noche del Bosque Negro, elevándose con el viento hacia el distante Refugio del Bosque.
Pero en ese momento, dentro de la tienda principal del alfa de la manada del Bosque Negro, Carlos estaba centrado fijamente el enlace mental completamente silencioso, aquel que una vez había unido su alma a la de Valen. Ahora estaba simplemente... vacío. Un vacío que le carcomía.
El pánico lo atenazaba.
Habían pasado tres horas completas.
Desde que habían formado ese vínculo siendo cachorros, era la primera vez que Valen se atrevía a ignorar su llamada.
Antes, había perdido los estribos cuando ella dormía profundamente y no respondía de inmediato, por lo que la castigó duramente por ello. Después de aquello, Valen siempre mantenía su enlace en primer plano de su mente, y sus pensamientos siempre obtenían una respuesta ardiente de ella.
Pero esta vez, su instinto le gritaba que algo entre ellos se había roto. Para siempre.
Su poderoso corazón de a