Desde la perspectiva de Valen
—Porque ella sabía que, en el corazón de ustedes, los dos candidatos para el puesto de alfa, ella era más importante que yo.
Levanté la mirada, sonriendo, dejando que la cicatriz brillara con un tono rosado bajo la luz.
—En realidad, lo sabía desde hace mucho tiempo. Desde la primera vez que me obligaste a darle el regalo de mi madre solo porque Sofía lloró, desde que dijiste: "Sofía solo nos tiene a nosotros", debí haberlo entendido. Tu protección siempre tuvo prioridades.
Carlos cayó de rodillas de repente, agarrándome la muñeca. —¡Valen! ¡Dame otra oportunidad! ¡Le suplicaré al Gran Anciano, le rogaré a la Diosa de la Luna que cure tu herida! ¡Podemos...!
—¿Curar mi herida?
De pronto me reí, y la forma en que lo miré fue como si fuera un extraño, como si todo el amor y el odio que sentí antes simplemente... se hubieran esfumado.
—Carlos, ya no te necesito. No debiste haber venido aquí. Un vínculo verdadero no debería ser una elección basada en sopesar l