175.
Las cosas no sabía cómo resultarían, pero no quise moverme ni un segundo de la puerta de la sala de espera del área de urgencias. Al otro lado estaban operando a Nicolás, y yo me sentía cansada y hambrienta. Me dolía todo el cuerpo, pero no quería irme de ahí.
Kevin llegó un par de horas después.
— Todo salió bien — me dijo — . Los hombres heridos ya fueron atendidos, pero tuvimos que huir y dejar a los hombres de Elisa que logramos abatir.
Sinceramente no me importaba eso. No me importaba en absoluto los hombres de Elisa. Y no era por ser fría, pero tampoco me importaba mucho los hombres que Nicolás había contratado. Estaba fría. Me sentía entumecida de sentimientos, como si no fuese capaz de sentir nada.
— Yo también estoy herido — dijo Kevin, cuando notó que yo ni siquiera le había preguntado por él.
— Lo siento — me justifiqué — . Solo que... han sido días difíciles.
— Lo sé — me dijo. Se sentó a mi lado en la silla y me abrazó — . De verdad lamento mucho que estés pasando por