Capítulo 73. A la mesa del perdón.
Parte 1: La entrada al otro mundo.
*Valentina*
Nunca pensé que una mesa pudiera imponer tanto. Ni siquiera cuando era niña y debía sentarme en las reuniones familiares donde los adultos hablaban como si los niños fuéramos invisibles. Pero esta mesa… la de los De la Espriella, en su casa señorial con columnas de mármol y ventanales antiguos… era otra cosa. No por su elegancia, sino por lo que significaba. Era sentarse con su historia. Con su herencia. Con las raíces del hombre que amaba.
Alejandro me tomó de la mano antes de entrar.
—Están nerviosos también —susurró, con una sonrisa leve—. Sobre todo mi mamá. Te admira más de lo que te imaginas.
Asentí, respirando hondo. No estaba asustada. Pero sí era consciente de la magnitud de lo que estábamos haciendo: abrir puertas que habían permanecido cerradas por años.
El salón era acogedor, con luces cálidas y detalles antiguos que hablaban de generaciones pasadas. La mesa, larga, cubierta por un mantel de lino blanco y decorada con flores s