Capítulo 64. Entre Sombras y Lealtades.
**Carlos Alberto De la Espriella**
El salón de juntas olía a perfume caro, madera vieja y tensión contenida. Frente a mí, cuatro de los inversionistas más antiguos del grupo financiero De la Espriella me observaban con expresiones pétreas, los informes en la mesa y las noticias en sus celulares.
—Necesitamos una postura oficial —exigió uno de ellos, un viejo tiburón del sector inmobiliario—. Si Alejandro está vinculado a un escándalo fiscal, se debe deslindar inmediatamente del holding.
—Alejandro no tiene ningún vínculo activo con el grupo —respondí, conteniendo la rabia tras mi voz pausada—. Renunció a su participación hace más de un año. No representa a la familia, ni a sus decisiones financieras.
—Pero su apellido sí —intervino otro, mostrando la portada de una revista económica—. Y mientras los medios lo sigan relacionando con esta familia, nuestra reputación también está en juego.
Quise estrellar mi copa contra la pared.
Me limité a cerrar la carpeta frente a mí.
—Se están toman