Capítulo 65. Arena y Caza.
**Alejandro**
El calor era seco, abrasador. Marruecos olía a polvo, especias y peligro. Había algo en esa ciudad vieja —Tánger— que parecía hecha para las historias que terminan mal. O que renacen desde el fuego.
Bajamos del avión privado sin hablar mucho. Camilo iba un paso delante de mí, con su teléfono cifrado en la mano y el ceño fruncido. Nos esperaba un hombre de gafas oscuras y barba cerrada, vestido como cualquier otro transeúnte. Discreto. Preciso.
—Señores De la Espriella —saludó en español con acento francés—. Soy Hassan. Trabajo con su contacto. El objetivo permanece en el riad. Se está moviendo poco, pero la seguridad ha aumentado.
—¿Sabe que lo rastreamos? —preguntó Camilo.
—Probablemente sospecha. Pero aún no ha intentado huir.
Yo no decía nada. Mi cuerpo estaba en modo alerta, pero mi mente… estaba en Valentina. En su rostro cuando le dije que tenía que venir. En su abrazo. En su silencio que lo decía todo. Sabía que me estaba dejando ir con el miedo de perderme de nue