237. La Arquitectura de la Venganza
La noticia de la nueva amenaza cayó como una bomba. Pero, en lugar de hundirlos, les había dado un nuevo propósito. Un nuevo objetivo.
La caza de la hiena estaba a punto de empezar.
Pero lo que ni Florencio, Platina, y ni siquiera Blandini sabían, era que en las profundidades del bosque, un rey que creían muerto no se estaba lamiendo las heridas. Y él sí… se estaba preparando para una guerra total.
Y tenía una muy poderosa aliada a su lado. Una reina de agua que odiaba a los Lombardi tanto como él.
La guerra que creían haber terminado hace tiempo, no había hecho más que encontrar a sus nuevos y verdaderos generales. Y ellos estaban a punto de ser el único objetivo en su mira.
La Estancia Lombardi, que había sido una tumba de recuerdos, se transformó en el laboratorio de una venganza.
El dolor de Florencio no desapareció, pero mutó. Se solidificó, convirtiéndose en el combustible frío y oscuro que ahora alimentaba cada una de sus acciones. Ya no había whisky sobre el escritorio. No ha