013.
A la mañana siguiente, el mar estaba calmo, pero el cielo seguía plomizo. Florencio despertó con el cuerpo tenso y la mente agitada.
Soñó con Selene. Soñó que se transformaba. Que lo montaba como una loba. Que le arrancaba el pecho con las uñas.
Y aún así, él acababa dentro de ella. Gritando su nombre. Gozando el peligro.
🌑 🌊 🐾
Selene estaba ya vestida cuando él salió al comedor.
Leía un libro. No parecía haber dormido.
—Voy a salir —dijo ella.
—¿A dónde?
—A buscar lo que perdí.
—¿Qué?
—Parte de mí.
—¿Querés que te acompañe?
—No.
Florencio se acercó.
—¿Y si no volvés?
—Entonces vas a tener que cazarme.
Ella salió. Cerró la puerta con un empujón suave.
Florencio quedó inmóvil, con el deseo colgándole del cuerpo como una pregunta sin responder.
🌑 🌊 🐾
Mar la siguió.
A distancia.
Como una sombra. Como una perra fiel. Como una mujer enamorada hasta lo enfermo.
La observó caminar por la playa, meterse entre las piedras, agacharse y tocar la tierra. La vio llorar en silencio. La vio sa