Capítulo 265: Más que accionista mayoritario.
Las semanas transcurrieron con una calma engañosa. En la sede principal de la empresa Sinisterra, las cifras comenzaron a estabilizarse, y en los reportes internos se hablaba de una recuperación prometedora. La junta directiva parecía más confiada, incluso Alberto Sinisterra, con su eterno ceño fruncido, había comenzado a delegar ciertas decisiones menores, convencido de que los vientos finalmente estaban a su favor.
Miguel, por su parte, se sentía aliviado. No decía nada, pero dentro de sí le agradecía al misterioso inversionista anónimo. La inyección de capital que habían aceptado les había dado un respiro financiero, y los nuevos proyectos comenzaban a caminar. Pero aún así, algo dentro de él le decía que no debían confiarse del todo.
—Está demasiado callado —le susurró una mañana a su asistente personal—. A veces lo que no hace ruido… es lo que más daño puede causar.
Mientras tanto, en la mansión, Leonardo revisaba su panel privado. Sobre la pantalla, un mapa de adquisiciones se d