Capítulo 117: Confección del corazón.
Estaba el miedo.
El miedo de haberlo perdido.
El miedo de que, si firmaba esos papeles, nunca más podría recuperarlo.
El miedo de que él realmente la viera como a una extraña, como a alguien con quien no valía la pena luchar.
—Quiero que las cosas no sean así —susurró.
Quería despertar y que todo esto fuera solo un malentendido.
Quería que Leonardo la mirara como antes.
Quería que todo este dolor desapareciera.
—No quiero que Leonardo me vea como su enemiga —continuó, con la voz temblorosa.
El silencio entre ellos se volvió denso, casi sofocante.
Alanna frunció el ceño, confundida.
—¿A qué te refieres, Enrique?
Él no respondió de inmediato. Sus ojos, oscuros y serios, la observaban con una intensidad que le resultó inquietante.
Algo dentro de ella se removió, como si estuviera a punto de escuchar algo que no estaba lista para aceptar.
—Leonardo piensa que yo siento algo por ti —confesó de pronto, sin poder evitarlo.
Enrique no reaccionó de inmediato. Su rostro no mostró sorpresa ni de