176.
Las manadas ya venían, y yo no había tenido tiempo para nada. No había tenido tiempo para hablar con Alicia, para explicarle muchas cosas, para decirle cuánto la había extrañado, ni para preguntarle por Bastián. Ni siquiera sabía qué le diría a Valentín en cuanto lo viera, pero era algo que tenía que enfrentar ahora.
A lo lejos podía verse cómo se acercaban lentamente. Tal vez más lentamente de lo que yo imaginé, de lo que yo esperé. Quería que llegaran cuanto antes, quería salir de todo eso rápido, quería salir corriendo dentro de la torreta y encontrarme con Alicia, pero tenía que tener paciencia. Esa era mi misión. Ahora era el Alfa de mi manada. Realmente lo era.
Después de la muerte del antiguo Alfa, las cosas se habían complicado… pero no hasta ese punto. No hasta el punto de llegar realmente a una guerra, a una guerra real, a una guerra violenta que podría desencadenar en la verdadera muerte de todos, y tal vez en la extinción de la manada si no lográbamos encontrar la forma de