80. Pov Niki
Cuando llegué a casa, Dan estaba en el living, sentado en el piso con Anne sobre sus piernas. Le hacía una especie de canto extraño, una mezcla entre idioma inventado y ruiditos de animal. Anne estaba fascinada, tratando de agarrarle la nariz mientras él exageraba cada sonido como si estuviera en un escenario.
Se me aflojó el pecho. Eran tan hermosos así.
—Volví —anuncié, cerrando la puerta suavemente.
Dan levantó la vista. Sonrió, esa sonrisa que siempre me da calor en el estómago.
—¿Qué tal el almuerzo? —preguntó, ayudando a Anne a ponerse de pie apoyada en su muslo. Yo le había mandando un mensaje avisando que iría a comer con la mujer de Steven el mejor amigo de mi hermano, por seguridad aunque no había vuelto a tener más amenazas y Smith, aunque no lo viera, aún estaba rondando.
—Bien. Muy bien, en realidad —dije, dejando mi cartera sobre la mesa—. Sasha me hizo preguntas. De… nosotros.
Él arqueó una ceja con diversión cauta.
—¿Ah, sí? ¿Y qué le dijiste?
—La verdad —respondí, ace