“Grecia”
El avión aterrizó, salimos del aeropuerto y ahora nos encaminamos al muelle.
Estamos en Atenas. La mismísima Atenas, con sus coloridos tan peculiares, un clima caluroso y el aroma a mar llenando mis fosas nasales.
—La vida es así, Cherry —planta un beso en mi sien, pasando el brazo por mis hombros cuando salimos del uber y le señala a este que lleve el equipaje al primer andén.
El día arde, el calor se pegotea en la piel y la ventisca suave aminora un poco las altas temperaturas.
—La vida es una recalcada mierda —me aferro a mi bolso mientras su mano lo hace a mi antebrazo.
—No me juzgues. Desde Los Ángeles me he sentido en deuda con Gaultier.
—En deuda y todo lo que quieras, pero nada borra el hecho de que es un criminal de lo peor —espeto.
Me disculparán Judas y sus traumas pero después de haberme retratado el momento de la captura en California yo no me como el cuento.
Tal vez a él lo haya cegado el honor durante estos años pero a mí ya se me cayó la venda.
Un tipo que se