“Revancha”
Domingo, 10:30 am.
Lenna dijo que era mejor reunirnos en la mansión de sus padres en vez del departamento del campus y a mí me dio lo mismo.
La socialité se me mete por los poros con los universitarios pertenecientes a la estiradísima primera clase de Mónaco y ya estoy acostumbrada.
Me acostumbré a que me restreguen en las narices que cagan oro, rubíes o diamantes, pero también me voy adaptando a que tengo lo mío y no me achican, no me acojonan y no me intimidan.
Lenna, Lenna, Lenna.
Si a Lenna pudiera encajarle un tiro entre las cejas lo haría, porque en definitiva ella es todo lo que está mal en la vida.
Envidiosa, mal hablada. Es tan repelente y la odio tanto que permanentemente estoy conteniéndome de darle una paliza.
Homofóbica, racista y de ideales de clases sociales bastante marcados. Asquerosamente marcados.
Detesta al negro, al asiático, al latino y a todo a aquel que no venga de su procedencia europea blue-blood.
Aborrece al gay y ni se diga de los que tienen m