Olivia Grace se mantenía erguida frente a la lujosa boutique, con la mirada fija mientras observaba a Shopia Joy correr hacia un hombre que acababa de llegar, el pánico dibujado en su expresión falsa.
—¡Hunter! ¡Hunter! —gritó Shopia, señalando frenéticamente a Olivia y al niño pequeño que estaba a su lado—. ¡Ellos... ellos intentaron robar en la boutique!
Hunter Jackson, que acababa de bajar de su elegante coche, frunció el ceño. Su mirada se posó en Olivia, llena de acusación.
—¿De qué estás hablando, Shopia? —preguntó Hunter, con la voz grave y cargada de tensión.
Shopia se acercó corriendo, jadeando como si acabara de salvar el mundo.
—¡Lo vi con mis propios ojos, Hunter! ¡Olivia le dijo al niño que metiera una pulsera de lujo en su bolsillo! ¡Si no lo hubiera visto a tiempo, se habrían salido con la suya!
Olivia soltó una carcajada seca, con los ojos encendidos de furia.
—¡Eso es mentira! —espetó—. ¡No robé nada, Hunter!
La mandíbula de Hunter se tensó mientras daba un paso al fr