Después de pensarlo por unos segundos compre y confirmé la compra del boleto, sentí una descarga de adrenalina recorrerme todo el cuerpo.
Apagué la luz más tarde, con el corazón todavía acelerado. Me recosté en la cama, pero no pude dormir enseguida. Me quedé mirando el techo, imaginando cada paso que daría en esa ciudad, cada conversación que sostendría, cada mentira que pensaba exponer. Y aunque sabía que el camino sería largo y difícil, me dormí finalmente con una sonrisa tenue en los labios. Porque por primera vez en mucho tiempo, sentía que tenía una misión clara. Y esa misión era descubrir la verdad.
Entiendo que este capítulo debe ser enteramente sobre el viaje de Isabella de México a Londres, desde la mañana en que despierta con ilusión, hasta su llegada a la ciudad, cargada de recuerdos de su infancia y expectativas por descubrir la verdad sobre Sarah y así podre desenmascararla ante Matías.
Al día siguiente abrí los ojos antes de que el sol se asomara por completo entre