En ese momento, en medio de la inmensa ciudad, Andrés de repente... deseó verla.
Justo cuando detenía lentamente el auto junto a la acera, su teléfono sonó.
Era el hospital informándole que —Rafael había despertado.
...
Hospital.
Javier miraba a su esposa en la cama, cada día más pálida y demacrada, su propio rostro mostrando una expresión cada vez más sombría.
Para colmo, la situación con Rafael seguía sin resolverse, y se decía que Andrés ya se había involucrado.
Javier no entendía por qué Andrés tenía que meterse en este asunto ahora.
Pero tampoco podía intervenir.
Después de todo, su trato con Rafael no era precisamente honorable, y si intervenía, podría levantar sospechas.
Aunque por suerte no había dejado ninguna evidencia.
Las acusaciones de Rafael y Sonia por sí solas no podían probar nada.
Mientras Javier pensaba en esto, el abogado de Sonia lo contactó repentinamente, diciendo que Sonia quería reunirse con él.
Javier no entendía el propósito de Sonia, pero finalm