Alexander Lee (Jin-Sung)
El silencio del búnker, al amanecer, no era paz; era el vacío de mi propia cordura. Había regresado del Valle Diamante con el sabor de la derrota y la humillación quemándome la garganta. La rabia era la única moneda que me quedaba, y estaba lista para ser gastada.
Me senté ante el escritorio, ignorando el dolor punzante en la cabeza. Karl estaba a mi lado.
—La pausa ha terminado —ordené, con mi voz inmutable—. Activa el Protocolo Fénix.
Karl parpadeó. —Jin-Sung. Dongming y tu madre ya deben estar aterrizando en Corea. Un ataque frontal ahora lo atrapará lejos de sus bancos y su equipo legal.
—Esa es la idea —corregí, clavando mis ojos en las pantallas—. Que se sienta impotente en el otro lado del mundo, Lanza la orden de ataque. Ahora.
Karl asintió. La lealtad superó a la cautela.
La sala se iluminó con el rojo intenso de las alarmas bursátiles. Esto era una embestida total.
—Fase Uno: Activa la venta masiva de las acciones en Hong Kong.