Alexander Lee (Jin-Sung)
Colgué el teléfono, la voz de Jena todavía resonando en mi mente. La orden que acababa de dar (bloquear a mi padre) estaba a punto de ejecutarse, pero ahora se sentía vacía. Inútil.
Me senté ante el escritorio central. Miré las pantallas de ataque financiero. El rojo intenso de las alarmas bursátiles debería haberme dado placer, pero solo me daba asco.
Mi hermana, mi dulce y ajena hermana, estaba a punto de experimentar lo que Munan y yo habíamos perdido. Estaba a punto de traer vida al mundo, mientras yo estaba aquí, gobernando un reino de cenizas y muerte. Era una crueldad que el universo había puesto justo en mi camino para castigarme.
Le hice una señal a Karl. Él se acercó, expectante, listo para desatar el infierno que le había prometido.
—Suspende la activación de los ataques frontales —ordené, mi voz inmutable.
Karl parpadeó, la confusión y la alarma cruzaron su rostro. —¿Amigo? No entiendo. El momento es ahora. Dongming está vulnerabl