Aitana De Santis, tiene todo, absolutamente todo en la vida. Una familia que la ama y la consiente, dinero y el amor de Marcos Iturbe o al menos eso parece. Ella descubre que su novio la engaña con una amiga y su utópico mundo se rompe en mil pedazos. Su dulce e inocente personalidad, cambia radicalmente. Con el corazón roto, resentida y despechada decide que ya no creerá en nadie más y jamás volverá a enamorarse. Emprende un viaje lejos de su casa, comenzando un viaje, tratando de buscar donde establecerse. Una noche, conoce a Nick Turner quien es quince años mayor que ella a quien confunde con un simple turista y por el que siente una fuerte conexión y atracción sexual, pero huye ante la sola idea de sentirse atraída por otro hombre. El destino se empeña en reunirlos y él buscará concretar lo que quedó pendiente entre ellos. Un año después, se vuelven a encontrar. Ese misterioso hombre no solo es amigo y socio de su padre, sino que también que, es alguien que despierta la atención de muchas mujeres, incluida la querida tía de la joven, Verónica. Tanto Nick como Aitana parecen no tener ningún interés el uno en el otro y haber olvidado lo que sucedió entre los dos. Y la apatía de la joven, parece evidenciarse aún más cuando aparece en escena el hermano de menor del hombre, Dennis Porter quien siempre ha rivalizado con él en todos los aspectos y se enamora perdidamente la joven. ¿Quién podrá conquistar el frío y resentido corazón de Aitana? ¿Será acaso uno de los hermanos o el primer amor que regresa genuinamente arrepentido para reconquistar su amor?
Leer másSi había alguien con el don de la oportunidad, esa era Verónica. El día del ultimo encuentro entre Aitana y Nick, ella estaba en el hotel. Como el magnate parecía haber demostrado un especial interés en su sobrina, y prácticamente la había ignorado a ella, tomó la decisión de ir a buscarlo a su hotel. Quizás y con un golpe de suerte, el hombre accedería a verla, y ella utilizando sus técnicas de seducción, podría conquistarlo. Porque era como una ley en su vida: Todo lo que tenía Aitana, lo quería para ella y si había algo que le afectara a Julieta o a Lautaro, a Verónica la haría inmensamente feliz. Extrañamente, con su sobrino era totalmente distinta, a él lo quería y mucho, quizás la explicación mas certera era que Lucas era el vivo retrato de su padre no solo físicamente sino también, en su carácter. Tenia una mentalidad tan retorcida que daba miedo. Aquella tarde casi noche, ella estaba en el vestíbulo y vio a su sobrina entrar e ir directamente hacia la recepción. Se escondi
Verónica miraba detenida y silenciosamente a Lautaro mientras tomaba el té. A pesar de que él la ignoraba, el interés de ella por él no cejaba, al contrario, sentía que amaba a ese hombre con más intensidad que nunca._ ¿No piensas hablarme Lautaro? _ le dijo ella sonriendo _ ¿Por qué me sigues ignorando? Han pasado tantos años de aquella vez... ¿Hasta cuándo me vas a castigar por eso? El hombre la miró con furia y se incorporó enérgicamente del sillón. _ ¡Eres una desvergonzada Verónica! _ le dijo con desprecio _ ¡Me importa una mierda los años que hayan pasado! ¡Te metiste en mi cama aprovechando la ausencia de tu hermana! ¿Te parece poco? ... Si Julieta supiera lo que intentaste hacer, se moriría del dolor... así que no, no lo olvidaré ni te lo perdonaré.Verónica apretó los labios tratando de contener su furia y frustración. ¿Tan difícil era para él entender que lo amaba con locura? ¿Qué si él le daba una oportunidad, ella enfrentaría al mismo demonio por su amor?Pero no, él p
Había pasado un mes de la partida de Nick hacia Nueva York, desde de aquella noche en la que habían estado juntos, Aitana no había tenido ni una sola noticia de él. Esa noche después de hablar, ella se retiró del hotel con un vacío aplastante en su pecho. Se fue de allí creyendo que, para él, sería solo un trámite, olvidarla. Porque si no, ¿Por qué la animaría a relacionarse con otros hombres? La traición y el desengaño que había sufrido seguían haciendo estragos en ella, no confiaba ni creía en ningún hombre y mucho menos en Nick. O quizás usaba esa excusa para mantener su mente fría y no sufrir, se había jurado nunca más llorar por un hombre. Y no lo haría. Además, había surgido otra situación que la llevaba a detestar a Nick. El hombre estaba cumpliendo a rajatabla con lo que le había dicho: Desaparecer completamente para que cada uno pudiera seguir con su vida. Así que ella había decidido hacer lo mismo, si él podía hacerlo, ella también lo haría. Habían encontrado con Jul
Sentir a Aitana contra su pecho le provocó miles de emociones a Nick, en ese momento pensó que hubiese preferido seguir discutiendo con ella que eso. Tenerla así, era como poseer el detonador de una bomba en sus manos. Se preguntó como diablos haría para seguir adelante con todo eso, cuando era evidente que ya entre ellos existía algo más que un simple encuentro sexual del pasado. La abrazó y le dio un beso en la cabeza. _ Cometí un error al haber venido, lo sé ... lo sé muy bien _ musitó ella sin despegarse del pecho masculino _ Pero no quería que regresaras a Nueva York, sin hablar contigo. Simplemente no lo creía justo, porque quizás a ti te haya parecido una tontería el hecho de guardar algo mío, pero para mí tiene un valor incalculable. El la separó un poco para mirarla a los ojos. _ Sé que no crees nada de lo que te digo, pero todo lo que te he dicho ha sido verdad _ le dijo con voz ronca _ Eres una mujer fuera de serie y el hombre que te tenga, será muy afortunado aún si e
Nick Turner apenas podía creer lo que la recepcionista le estaba diciendo. _ ¡¿Quién?! _ exclamó incrédulo _ ¡No, debe haber una equivocación! La mujer sonrió. _ No señor, no es ninguna equivocación. La señorita Aitana De Santis, está aquí y quiere verlo _ la mujer respiró hondo _ ¡le dije que usted no quiere ser molestado, pero ella insiste en verlo! Es por eso por lo que me atrevo a molestarlo.Nick revoleo los ojos y se los fregó suavemente. _ ¿Y ahora que quiere esta mujer? ¿No piensa dejarme en paz? _ se quejó muy molesto _ ¿Acaso se aburrió de mi hermanito? Ella le había dejado muy en claro que no le interesaba en absoluto tener algo con él, por ende, suponía que era algo importante. _ Déjala subir _ le ordenó secamente. La recepcionista obedeció. _ Dice el señor Turner que puede subir, es en la suite presidencial, el botones la acompañará _ le dijo indicando el ascensor privado por donde debía subir. Ella asintió y subió. Estaba tan nerviosa que retorcía con sus manos
Aitana esperaba a Dennis en su elegante auto deportivo blanco, el hombre salió a toda prisa a su encuentro. _ Bien, hoy serás mi hermosa guía de turismo _ le dijo apenas subió al auto _ espero que no tengamos horarios, porque me encantaría disfrutar de este paseo sin apuros. Ella emitió una gran sonrisa. _ Tranquilo Dennis, estoy decidida a ser buena anfitriona. Tengo la esperanza que la belleza de la ciudad te inspire para escribir otro libro _ dijo divertida _ el último me ha dejado con ganas de leer más... ¿No crees que “Fénix” merece un final feliz con “Gerson”? _ le dijo Aitana haciendo referencia a los personajes del libro de Dennis. Dennis se echó a reír, Aitana no mentía al decir que era una real fanática de sus libros. _ Al final, has resultado una gran romántica _ le dijo el escritor burlándose _ ¿Realmente quieres eso? ¿No te conformas con que cada uno haga su vida? Ella carcajeó. _ ¡No estoy hablando de mi Dennis, solo me gustaría que ellos se quedaran juntos de una
El día después, al despertar Aitana sintió la posguerra emocional de la noche anterior. Entre las copas, los bailes y las sorpresas, estaba hecha un desastre. Pero lo que más le molestaba, era haber tenido que soportar a ese engreído de Nick bailando muy acaramelado con su tía Verónica como si nada._ Maldito mujeriego, no le bastó acostarse conmigo, ahora también quiere hacerlo con mi tía _ dijo apretando los puños_ ¡Es un cretino desvergonzado! Había decenas de mujeres en la fiesta, pues él va y escoge a mi tía. Pobre Verónica, Ni siquiera sabe con quien se mete. Si, pobre e inocente Verónica. _ ¿Y si le cuento lo qué sucedió en Buenos Aires? _ dijo de pronto pensativa _ Hmmm no. Como es ella caería horrizada y posiblemente mis padres se terminarían enterando. Lo que menos quiero, es que más personas sepan que caí como una estúpida en los brazos de ese hombre. ¡Se sentía tan molesta! ¿Pero por qué? Había sido ella la primera que tomó distancia y luego pidió terminar con toda esa
Nick fue el primero en volver a la fiesta. Afortunadamente nadie se dió cuenta de su desaparición ni de su cambio de ropa. Trató de disimular su molestia sonriendo a aquellos que lo saludaban. _ Diablos amigo, ¿Dónde te habías metido? _ le dijo Paul muy preocupado _ ¡Pensé que iba a tener que soportar a esa mujer durante toda la noche!Nick lo miró por un instante. Tenía los ojos cansados y con una expresión vacía. _ Ya estoy aquí... no me extrañes más _ le dijo bromeando _ ¿De qué mujer me hablas? _ De la tía de tu princesa. He querido toda la noche hablar con aquel caramelito _ dijo Paul señalando con su cabeza a Pilar, pero esta mujer es como un pulpo... ha estado conmigo solo para saber de ti, así que ahora que viniste, te la dejo... ahí viene... _ ¡Eh... no Paul... no te vayas! _ le rogó Nick, pero él otro ya se había ido. Dió media vuelta y allí estaba Verónica, mirándolo divertida. _ ¿Estás mejor de tu problema estomacal? _ le dijo sonriendo ella. El hombre no entendía d
Ambos se quedaron uno frente al otro mirándose fijamente a los ojos, ellos podían detestarse mutuamente, pero era evidente que existía entre ellos una gran química, imposible de dominar._ Terminemos de hablar de una vez... ¿Me llamaste para eso, no? Ella ya ni sabía para que lo había llamado. Lo que sí sabía era que quería irse de ahí lo más pronto posible porque temía quedar nuevamente en brazos de ese hombre. _ Creo que ya no tenemos nada más de que hablar _ le dijo por lo bajo ella _ Todo está perfectamente aclarado... Si, lo habían aclarado y sin embargo parecían no tener absolutamente nada en claro. Nick suspiró profundamente y la miró sonriendo con deseo pero sabía que ella se había vuelto en una mujer prohibida para él, que no podía darse el lujo de cometer una estupidez que lo llevara a arruinar todo con su amigo y socio.Aitana lo miraba desafiante, poniendo límite con sus brazos al amarre que él le había hecho con los suyos. _ Sueltáme _ le ordenó ella _ Ya hemos termi