Corazón Indomable
Corazón Indomable
Por: Julia River
Capítulo 1 Enamorada.

Aitana De Santis, escribía un mensaje mientras sonreía como una tonta, con sus casi veinte años, se diría que a simple vista se podía percibir, lo enamorada que estaba de su guapo novio, Marcos Iturbe.

Las familias tenían una fuerte amistad, así que cuando sus hijos decidieron avanzar en la relación y ser novios se alegraron, sobre todo los Iturbe . Aunque Marcos era unos años mayor que ella, a nadie le extrañó que terminaran siendo novios, Aitana siempre había estado enamorada de él y el joven paulatinamente cayó cautivado por la gran belleza y personalidad de ella.

A los minutos de haber enviado el mensaje recibió un llamado.

_ También te he extrañado hermosa _ dijo Marcos quien había leído el mensaje que ella le había enviado _ en un rato pasaré por tí ... ¿Estás lista, no?

_ ¡Claro que si mi amor! Sabes que te espero ansiosa ... últimamente estas trabajando tanto, que te he visto muy poco _ le dijo la joven dulcemente.

Marcos sonrió divertido.

_ Te prometo que esta noche, seré solo tuyo. Y nada más que tuyo. _ suspiró _ Así no me extrañas tanto.

Ella asintió feliz.

_ ¡Nos vemos mi amor! ...Te amo mucho...mucho...mucho _ le dijo pausada y amorosamente.

Apenas cortó, ella se miró al espejo para ultimar su maquillaje. Aitana tenía cabello castaño claro largo que le llegaba casi hasta la cintura, ojos verdes que a veces parecían tener un tinte azul y una piel blanca tersa y suave. Era portadora de una gran belleza que en parte había heredado de su madre, Julieta Villalba.

Aitana había crecido en una familia muy unida , la cual la había mimado y cuidado en exceso. Su padre, Lautaro De Santis era dueño de una gran y poderosa empresa que se dedicaba al diseño y construcción de grandes complejos y viviendas y que en la actualidad se estaba expandiendo también a bienes raíces. Su madre Julieta era médica y a pesar de no tener necesidad económica alguna, ejercía su profesión en un hospital que pertenecía a su familia y luego estaba su hermano mayor Lucas, quien se estaba por recibir de ingeniero porque su deseo era continuar con el negocio familiar.

En cambio a ella, a pesar de la presión familiar no le interesaba estar en ese ámbito ni hacerse cargo de ningún negocio familiar. No concebía que su vida transcurriera dentro de unas de las oficinas de la empresa de su padre, la sola idea de estar encerrada entre cuatro paredes la ahogaba. Desde muy pequeña, había tomado clases de danza, era una eximia bailarina y formaba parte de un grupo de ballet, muchas veces se presentaba en distintos lugares demostrando su talento y destreza, lo que más le apasionaba era bailar tango. 

Pero como según su padre y su madre debía tener un "trabajo serio" comenzó a estudiar para ser publicista y a trabajar en la agencia de publicidad de su tía Verónica Villalba, quien era la hermana menor de su madre.

Cuando terminó de arreglarse, bajó a la sala. Su madre y su padre estaban allí conversando sobre como les había ido en el día. Aitana los miró enternecida, ellos se habían casado siendo muy jóvenes y aún seguían teniendo una hermosa relación como el primer día. ¡Se amaban tanto! Sus padres eran su ejemplo a seguir, aspiraba a tener un matrimonio como el de ellos el día en que se casara con Marcos.

_ ¿Esta noche saldrás con tú novio? Vaya... hace días que no lo vemos por aquí _ dijo Lautaro extrañado frunciendo el ceño _ no pensé que estaría tan ocupado con su trabajo.

Aitana le dió un beso en la mejilla y le acarició el cabello.

_ Papá, está trabajando arduamente para ser un reconocido abogado algún día _ le dijo la joven sonriendo _ Algún día deberás aceptar que será tu yerno... que tu pequeña ya creció.

Lautaro le pellizcó suavemente la mejilla.

_ Tú siempre serás mi dulce niña... no importa el tiempo que pase.

Ella besó a ambos padres y salió al encuentro de su novio, quien la esperaba afuera, en su auto.

Julieta quedó pensativa.

_Últimamente, Marcos está muy extraño. Verónica me dijo algo el otro día que me quedó dando vueltas en la cabeza _ le dijo seria a su esposo.

El la miró inquisitivo.

_ ¡Dime mujer, no me dejes con la intriga ahora! _ dijo exasperado Lautaro.

_ Vió a Marcos con una joven en un restaurante... hmmm... no lo sé _ dijo preocupada _ temo que él este engañándola con otra.

Lautaro tensó la mandíbula.

_ Perdóname mi amor, pero tu hermana siempre está sembrando intrigas. Ya la conoces, yo no me llevaría por sus cuentos. Desde un inicio, nunca quiso que Marcos estuviera con Aitana _ carraspeó el hombre _ Pero si fuera como dices, y engaña a mi hija ... se las verá conmigo.

Lautaro De Santis era un hombre muy protector, jamás permitiría que alguien dañara a su familia y saliera ileso. Aitana era la luz de sus ojos, él era muy recto y serio pero su hija, era su debilidad, una sola palabra d y él accedía a lo que ella le pidiera. Por esa razón había aceptado ese noviazgo que en su opinión, no era el más conveniente para su hija, pero si a Aitana eso le hacía feliz, él cedería.

Su intuición no le fallaba, el tiempo le daría la razón.

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