— ¡No puede ser!— Su expresión de sorpresa delataba sus nervios.
La bandeja que traía en las manos cayó al piso,la comida quedó desparramada.
— Selene,mi amor.Me alegra verte después de tanto tiempo.
Ares, con el corazón en un puño y una mezcla de desesperación y amor profundo, se acercó cautelosamente.
Ella se quedó paralizada con las manos agarrándose el delantal.
El amor olvidado en un rincón,volvió a tomar forma ese día.
Ares la miró por unos instantes sin pronunciar palabra alguna.
Él sabía que iba a ser difícil convencer a Selene de volver; las sombras de su vida de mafioso siempre acechaban.
La ausencia de ella había dejado un vacío insoportable y no estaba dispuesto a dejarla ir de nuevo.
— ¿Qué haces aquí?,¿Cómo me encontraste?
— Vine a buscarte,fue un poco complicado pero al fin estamos frente a frente— Humedece sus labios, su corazón dio un vuelco.
Ella estaba ahí, tan hermosa como la recordaba, con ojos que brillaban al verlo pero que al mismo tiempo reflejaban miedo.
Se