CAPÍTULO 111: ENTRE EL AGUA Y LA FURIA
Derek
La oscuridad es espesa en esta parte del camino. Las luces del auto apenas cortan la neblina y mi pecho pesa más con cada kilómetro. Maddison no contesta, no aparece. El mensaje de Jonathan retumba en mi cabeza. Me dijo que tenía un mal presentimiento, que ella no había vuelto a comunicarse desde que salió a investigar. Maldita sea… sabía que haría algo así, sabía que iría sola, pero aun sabiéndolo… me siento igual de inútil.
Los árboles se cierran a los lados de la carretera como una jaula. El GPS me marcó la zona que Jonathan le envió al investigador, una dirección a las afueras de Dakota del Sur. Llevo horas sin dormir, sin comer, sin pensar en otra cosa que no sea ella. El aire pesa distinto aquí, la noche tiene un silencio antinatural. Bajo el vidrio de la ventana para respirar, pero es peor. Todo huele a tierra mojada, a peligro, a algo que no encaja.
Freno en seco al ver las marcas de neumáticos sobre el barro fresco. Bajo del auto c