Punto de vista: Chiara
Corrí entre los árboles, con el corazón deshecho. Las ramas me azotaban la cara, cortándome la piel, pero no sentía nada más que el dolor que me quemaba el pecho. Mis piernas temblaban, a punto de colapsar, pero seguí corriendo, sentía el aire cortar mi garganta.
No sabía a dónde carajos iba, solo necesitaba salir de ahí, alejarme de las palabras crueles de Stefano: “Naia, te rechazo como mi pareja destinada”. Cada palabra era un puto cuchillo, y el vínculo roto me aplastaba, como si me hubieran arrancado el corazón de una.
No entendía por qué carajo lo había hecho, mi cabeza era un desastre, me sentía atrapada en todo lo que había ocurrido esa noche, recordaba la fogata iluminando los rostros de la manada, y sus ojos clavados en mí mientras Stefano levantaba el brazo hacia Livia, con esa mirada fría que me destrozó.
La sonrisa de mierda de Fabio, sus ojos burlones, como si supiera algo que yo no. La forma en que Livia se pegó a Stefano, triunfante, todo era u