Capítulo 96. Tentación
Varios días después, en Grecia, Michael y Guadalupe estaban en la playa.
Michael se sentía mucho mejor, ya podía respirar profundamente, sus heridas estaban bastante recuperadas y le parecía imposible que ahora podía apreciar la vida desde otra perspectiva.
Sentía los olores del mar, el aire limpio en su rostro y la suave arena entre los dedos de los pies despertaba sus sentidos que rápidamente suplantaron la visión.
— ¿No estás aburrida? —Preguntó Michael tamborileando sus dedos en el apoyabrazos.
—No tengo nada mejor que hacer —respondió Guadalupe que jugaba con su teléfono.
Michael escuchaba la canción del juego del teléfono de Guadalupe y lo tenía hastiado.
— ¿Por qué no sales con ese muchacho que conociste?
—Es día de semana, está ocupado trabajando —se excusó Guadalupe, ya iba siendo evidente que el muchacho ficticio con el que salía no aparecía nunca.
— ¿O no existe?
Guadalupe dejó de jugar con el teléfono y miró a Michael.
—Sí existe —mintió Guada