Capítulo 136. En bandeja de plata
Antonio sirvió café de una máquina de expreso, eso tenía Antonio, no era presumido, si había un buen negocio entre manos era el mejor anfitrión, sin ostentaciones, aunque fuera uno de los hombres más peligrosos de Italia, el otro, era sin duda Halcón, y hoy lo representaba la versión original.
—Antonio, agradezco que aceptaras la reunión. Hay mucho que discutir, pero quiero ser claro: Dejaré Italia, así que como verás te traigo oportunidades de expansión.
Antonio sonrió sin mostrar los dientes.
— ¿Y cuándo Halcón negocia sin sangre? Me intriga. Continúa.
Massimo sonrió.
—Somos amigos, no tiene por qué haber derramamiento de sangre. Pelear por plazas, nada de eso.
—Lo que me parece es que me dejas un problema más que ganancias, al retirarse Halcón del comercio deja una vacante que tendré que pelear por conservar.
—No sería así si te entrego todos mis negocios, salvo los que uso con mi nombre. Antonio, estoy hablando de contactos, contratos, mercancía. Es todo, y p