Michael no quería hablar de más, en realidad no quería enterarse de qué tenían Guadalupe y Alessandro exactamente.

—No me hagas caso, estoy confundido con los sedantes.

Guadalupe, frunció el ceño, pero lo dejó pasar, obviamente ella tampoco quería hablar con Michael de Alessandro y como se ha ido acercando a ella.

—Debo ver a la doña que está herida.

— ¿Quién?

—La doña italiana amiga de don Massimo.

Michael sonrió,

— ¡Oh claro! Es que estoy aturdido aún. La doña es la abuela del chef amigo de Diego, resulta que son viejos amigos y se reencontraron.

— ¿Solo amigos? —Preguntó Guadalupe con picardía.

Michael sonrió.

—Según el viejo son solo amigos.

—Quizás al viejo gangster ya no se le para.

Michael se echó a reír y se quejó de dolor por las costillas fracturadas.

—Lupita, que el viejo no te oiga, es más que nadie más te oiga hacer esos comentarios, sigues siendo tan vulgar como de costumbre.

Ambos rieron, Guadalupe feliz de verlo reír, aunq