Julie entró cojeando levemente, los zapatos de la noche anterior le habían dejado una presión incómoda sobre la pierna y el vendaje, aunque retirado, pedía descanso urgente. No miró a Catalina ni respondió a los suspiros de exagerada cortesía que esta soltó al verla.
—¿Puedo tomar la sala para una reunión final con mi equipo? —preguntó Julie, deteniéndose entre los escritorios.
—¿Puedo tomar la sala para una reunión final con mi equipo? —preguntó mirando directamente a Sean.
—Por supuesto —respondió él, con tono seguro.
Julie se giró hacia todos.
—Quiero felicitarles. El contrato que consiguieron no solo representa una nueva fase… representa el esfuerzo de cada persona que sostuvo este proyecto incluso cuando parecía tambalearse. Estoy feliz de que lo hayan logrado.
Luego, sus ojos encontraron a Sean.
—Y tú… —dijo, apenas más suave, casi en privado aunque todos la escuchaban—. Estoy realmente feliz por ti. Sé que esto era lo que deseabas, y verlo cumplido... me alegra de