POV ALEKSEY ROMANOV
La reunión estaba pactada a la una en punto de la tarde. Yo había llegado diez minutos antes, como de costumbre. Puntualidad no era una opción para nosotros, era una norma no escrita. El salón de juntas de la empresa principal en Moscú ya estaba preparado: paredes en gris oscuro, ventanales amplios, una mesa de madera maciza de veinte puestos y una pantalla al fondo para revisar informes.
Estaba sentado en la cabecera izquierda de la mesa, ahora estaría supervisando personalmente todo lo que se moviera en Rusia. Artem seguía siendo el Pakhan, el jefe, pero era mi deber mantener en pie los cimientos de nuestra estructura aquí.
Vova llegó a la sala con paso firme, como siempre, arrastrando ligeramente una pierna debido a una antigua herida. Luka entró detrás de él, con una sonrisa ladina y una carpeta bajo el brazo. Ambos vestían con la sobriedad de hombres de negocios, pero llevaban la mafia escrita en la mirada.
—¿Qué tal estuvo la mañana, Aleksey? —saludó Luka con