POV VITTORIA ROMANOVA
—Mi esposa no será parte de sus tradiciones. Ahora es una Romanov. Y si alguien se atreve a decir una sola palabra más sobre ella, morirá.
Papá lo miró con el rostro tenso, el ceño fruncido.
—Lo que acabas de hacer...
Lo cortó sin vacilar.
—Acabo de defender a su hija. Algo que evidentemente usted no pudo hacer.
Se inclinó levemente, dejando caer cada palabra con un peso aplastante.
—Pero no se preocupe... ahora me tiene a mí.
El estruendo de una silla golpeando el suelo nos sacudió. Salvatore se levantó de golpe, su rostro desfigurado por la rabia, los ojos rojos de furia.
—¡No puede dejarlos ir, Don! ¡Acaba de matar a mi padre! ¡Tiene que morir!
Aleksey ni siquiera le dedicó una mirada, solo se giró ligeramente hacia mi padre y arqueó una ceja.
—Si alguien llega a tocarnos, moriremos todos aquí, sepultados bajo los escombros de este maldito hotel que colapsará en segundos.
Silencio.
Una pausa densa, sofocante.
—Hazlo, disparen, vamos —susurró una voz a mi lado.