POV VITTORIA ROMANOVA

La idea de que Andrea se quedara unas semanas con nosotros me daba un respiro. Tenerla cerca significaba que no estaría completamente sola, y quizá podría apoyarme en ella para entender mejor la dinámica de los Romanov.

El vuelo se alargaba y, en algún punto, Aleksey se levantó sin decir nada y caminó hacia la parte trasera del avión para atender una llamada. Supuse que había un cuarto allí, porque se encerró durante al menos quince minutos. Cuando salió, llevaba una sonrisa grabada en el rostro, una que nunca antes le había visto. Se veía... genuinamente feliz.

Akin arqueó una ceja, intrigado.

—¿Y ahora qué?

—Lo verás con tus propios ojos después —respondió, negándose a dar explicaciones.

Yo fruncí el ceño. No entendí nada. Claro, seguramente así sería de ahora en adelante. Había muchas cosas que pasaban a mi alrededor sin que tuviera la más mínima idea de lo que significaban. Y, por lo visto, iba a tener que acostumbrarme a ello.

—Te encantará tu nuevo hogar —l