88. Declaración

Stefanos

Ella es mía. Y nadie toca lo que es mío.

La pregunta apenas salió de sus labios, y mi lobo gruñó fuerte dentro de mí, como si hubiera recibido un golpe directo en el corazón.

¿Me vas a entregar?

Aquello no fue una duda.

Fue una acusación.

Una maldita faca clavada en el pecho… girando despacio.

Cerré los ojos por un segundo, inhalando el aire como si eso fuera suficiente para contener el daño.

Pero ya era tarde.

"¿Qué acabas de decir?", mi voz salió baja. Fría. Letal como una cuchilla impregnada de veneno.

Ella sostuvo mi mirada. Sin parpadear. Sin dudar.

Su maldita valentía… siempre fue lo que más me encendía. Y lo que más me hería.

"No estoy bromeando, Stefanos". Su voz salió firme. Pero yo oí. Las grietas. El dolor escondido detrás de la fuerza. "Sé el valor de mi sangre. Sé que Solon pasó años cazándome. Sé cuánto creía que tenía a la hija de la Luna bajo su dominio".

"Él decía eso". Ella respiró hondo. "Repetía. Todos los días. Que yo era su as bajo la manga. La ofrenda s
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP