Bruno permaneció de pie recargado en un pilar de la construcción abierta que tenían en el jardín para éste tipo de eventos, pudo ver qué en el lugar se encontraban algunas mujeres almanza pero su luna no llegaba aún, buscó con la mirada para todos lados hasta que le vió venir acompañada de su hermano Venus
Rafaela era una mujer bellísima, su porte, elegancia y seguridad no tenían comparación, su carácter se había forjado entre cargas de miles de kilos de coca y de mantener a raya a los traidores y a las ratas que querían eliminarlos para ocupar su lugar
El padre Alfa pudo apreciar la imponencia de la presencia de la luna de su despiadado hijo, desde pequeño fue así, incluso de cachorro ahuyentó más de diez niñeras lobas, Bruno no las soportaba, las mordía cada que se descuidaban, no se dormía y hacía cuánta travesuras se le ocurrían, a Bruno no le importaba las regañadas que su padre le daba, el siempre terminaba haciendo lo que quería
Si el Alfa Luciano lo nombró cabeza de familia fu