Detuve el coche en lo que parecía ser el centro de la ciudad. El sol ya había salido y muchas personas caminaban de un lado a otro, bajé y tomé una respiración profunda mientras mi corazón comenzaba a recuperar su ritmo normal, miré hacia mi alrededor, ninguno de los hombre de mi padre me había seguido, logré perderlos gracias a un camión quince minutos antes de llegar aquí.
Decidí bajar del auto y caminar un poco por el lugar. Había detenido el coche frente a una tienda de dulces y el olor era impresionante, mi estómago rugió pero no traía dinero para comprar así que caminé alejándome. No podía curiosear mucho porque no recordaba nada de aquel lugar y podía terminar perdida, así que solo caminé en línea recta mientras miraba hacia atrás de vez en cuando observando el coche y verificando que nadie me siguiera, después de todo mi padre me había dicho que tenía muchos enemigos.
¿Había sido un error salir así? Seguramente papá y Elena estaban desesperados buscándome, pero necesitaba esta