Capítulo 1453
En la oscuridad, Martina abrió los ojos de golpe.

—Salvador, ¿qué haces? —intentó zafarse—. ¿Puedes, por lo menos, respetarme?

Lo había dejado quedarse por pura necesidad. ¿Sus palabras le entraron por un oído y le salieron por el otro? ¿Iba a negar lo que había hecho?

—Marti. —Él no la soltó; al contrario, la apretó más—. Déjame abrazarte… solo un rato.

Sabía que estaba ahí gracias a la buena voluntad de su suegra. Después de esta noche, quién sabía. Martina había dicho que no quería seguir. Solo pensarlo le dolía hasta ahogarlo. El brazo de Salvador se cerró, lento, alrededor de ella.

—No quiero separarme de ti —susurró—. No quiero.

—Ay… —Martina dejó escapar un suspiro apenas audible—. Salvador, no puedes vivir en dos frentes a la vez. No se puede tenerlo todo: dos amores, dos casas.

El hombre que la sujetaba se estremeció. No dijo nada más. Solo se negó a soltarla.

***

Al amanecer, Salvador ya estaba de pie.

Martina estaba despierta, pero no se movió ni abrió los ojos. Él se vistió
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP