Capítulo 1054
El pijama hospitalario yacía en el suelo; se abotonaba una camisa.

¿Pensaba salir?

—¡Alejandro!

Desesperado, Sergio jugó la carta de Luciana.

—Si Luciana se entera, se va a enojar mucho.

Tal como esperaba, Alejandro se detuvo, vacilante.

—Entonces… ¿por qué no la llamamos para pedirle permiso?

Sergio no salía de su asombro: el presidente del Grupo Guzmán necesitando “permiso” para salir… increíble.

—De acuerdo, llamo yo.

Estaba seguro de que Luciana lo frenaría.

Pero el teléfono no conectó; tras varios intentos, la operadora indicaba que estaba apagado.

—Debe de estar en cirugía, —concluyó Sergio.

Guardó el móvil. —Será mejor que te acuestes.

Alejandro, sin embargo, estaba decidido. —La operación no terminará tan pronto; volveré antes de que acabe.

—¿Pero adónde vas?

—Quiero visitar a mi madre.

Sergio se quedó sin palabras; no podía rebatirlo ni atreverse a impedirlo. Y no solo eso: —Voy a llamar a la enfermera para que te ponga el chaleco torácico.

—Ajá.

Con el inmovilizador abrochado
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP