Ariadna Blair tenía todo lo que una loba podría desear: belleza, nobleza y el destino de convertirse en la reina de la manada al casarse con Nicolás Moon. Sin embargo, el día de su boda, su vida da un giro de 180° cuando descubre la infidelidad del Alfa. Herida, decide vengarse y se acerca a un aliado inesperado: Bruno, el medio hermano de Nicolás, quien es rechazado por la manada al ser el hijo bastardo del Alfa anterior. A pesar del desprecio mutuo, ambos unen fuerzas para sacar provecho de un matrimonio por contrato, sin imaginar que entre el odio y el amor solo hay un paso. Ariadna, la loba consentida, terminará casada con el bastardo del Alfa. Herida, decide vengarse acercándose a un aliado inesperado, Bruno, el medio hermano de Nicolás y que es rechazado por la manada al ser el hijo bastardo del Alfa anterior. Los dos unen sus fuerzas a pesar del desprecio mutuo para sacar ventaja de un matrimonio por contrato, sin imaginar que del odio al amor solo hay un paso. Ariadna, la loba consentida, estará Casada con el Bastardo del Alfa.
Leer másCapítulo 1
—¡No me casaré contigo! —la voz de Ariadna Blair retumba en medio de la manada Black. La loba, vestida de novia, lanza el anillo de bodas al rostro del Alfa Nicolás Moon. Momentos atrás... Ariadna Blair se coloca su hermoso vestido blanco de novia; faltan pocas horas para que se convierta en la esposa del Alfa Nicolás, su prometido predestinado. Es la esposa ideal para cualquier lobo: de buena cuna, educada, fuerte, orgullosa y segura de sí misma. —Te ves hermosa —dice Luciana, su mejor amiga, ajustando el listón del corsé. —No sé qué haría sin ti; eres como una hermana para mí y agradezco tu compañía —Ariadna la abraza. Es el día más feliz de su vida. Su padre está orgulloso, pues ella será la futura reina de una de las manadas más ricas. Baja al salón para atender a los invitados. Todos quedan maravillados con su belleza: cabello rubio como una cascada de oro, ojos azules y piel blanca. —Nos dará una cría fuerte —comenta uno de los presentes, sonriente. Su padre, Henry, le da un beso en la mejilla y acomoda su collar. —Sé que tu madre estaría orgullosa —La voz del lobo se quiebra, es imposible no conmoverse. Parece que la vida de Ariadna es perfecta, y le espera un futuro que cualquier loba desearía. A lo lejos, observa a alguien que detesta. Se acerca a él, disimulando la furia para no arruinar el ambiente entre los invitados. Le pide que la acompañe al jardín, gruñendo de enojo, pues el lobo parece burlarse de ella. —¿Qué haces aquí? No eres bienvenido. Aquel lobo alto, de cabello negro y ojos intensos como el bosque, la observa con una sonrisa cínica. —¿Por qué? ¿Te doy miedo, cachorrita caprichosa? —¡Porque eres un bastardo! —dice ella, mirándolo con ojos de hielo, mientras él bebe de su copa, algo ebrio. Él es Bruno, el hijo bastardo del anterior Alfa y, por lo tanto, medio hermano de su prometido. Aunque fue acogido en los últimos años de vida del Alfa, nadie lo quiere. Jamás se quitará el título de bastardo, el hijo ilegítimo de una concubina. Nicolás lo detesta; siempre han tenido una fuerte rivalidad, pues Bruno es querido por los Omegas de la manada, mientras que la élite apoya a Nicolás, Pero para nadie es un secreto que su padre, el Alfa Gregorio prefería al bastardo. —Es verdad, soy un bastardo, pero tu noviecito es mucho peor que yo. Tiene la sangre limpia, pero nunca tendrá un carácter fuerte —la sujeta del brazo y la mira directamente a los ojos. —¡Él es muy fuerte! Créeme que tiene más carácter que tú; al menos sabe cuándo no es bienvenido en un lugar, cuando no encaja —ella lo mira con desprecio, recordando que siempre le han enseñado a menospreciar a los lobos bastardos. —¿Y es fuerte en todo? —Bruno se acerca y respira muy cerca de ella, haciéndola sentirse nerviosa—. Porque no creo que en la cama pueda ser bueno. Ariadna levanta la mano para abofetearlo, pero Bruno detiene el golpe en el aire. —Te odio; no necesito saber de esas intimidades hasta llegar al altar. Pero tú, ¿qué sabes de decencia? —responde ella, sin bajar la mirada. Bruno le roba un beso en los labios, y ella le devuelve una cachetada. —Me lo gané; soy un idiota. Una loba como tú no vale la pena, eres insípida y frígida —se burla Bruno—. Quizás por eso mi querido medio hermano prefiere estar encerrado en el ático con alguien que sí le ofrece calor. —¡Lárgate! No quiero verte. No permitiré que arruines mi boda, solo eres un terrible error. Llegan los guardias y ordenan a Bruno retirarse de inmediato, sin permitirle quedarse un segundo más. Él levanta las manos, sonríe, lanza un beso y guiña el ojo. Las palabras de Bruno dejan una duda en el corazón de Ariadna. Tal vez intenta advertirle algo. Niega con la cabeza, se acomoda un poco el vestido blanco y se dirige nuevamente al salón, pero... se detiene. Quizás debería revisar lo que "el bastardo" insinúa. Decide subir al ático de la casa, un lugar polvoriento al que casi nunca va. Duda, pues ensuciaría su vestido y no estará perfecta para la ceremonia que aguarda abajo en el salón. La puerta está abierta. Escucha algunos ruidos y decide entrar, gira la perrilla Allí está Nicolás, desnudo junto a una loba; ambos están en el suelo de aquel oscuro lugar. —¡¿Qué estás haciendo?! —grita Ariadna con toda la fuerza de su pecho. Nicolás se aparta, asustado, y Ariadna puede ver claramente la escena que la marcará para siempre: la loba con la que la engañan es su mejor amiga, Luciana. —Puedo explicarlo, no es lo que parece —atina a decir Nicolás mientras se viste apresuradamente. —¿Entonces qué es? ¿Una obra de teatro? —pregunta ella cínica mientras baja las escaleras con rapidez. Nicolás la sigue. Los invitados aplauden, creyendo que los novios hacen su entrada para iniciar la ceremonia. —¡Cállense! —grita Ariadna, lanzando un jarrón al suelo. —¿Qué sucede, hija? ¿Estás bien? —su padre la toma de las manos, preocupado por la situación. —La boda se cancela, porque nuestro Alfa decidió adelantar la luna de miel... con mi mejor amiga. Ariadna quiere llorar, siente que su voz tiembla, pero sabe que no puede mostrarse débil ante tal humillación. Recuerda la sonrisa de Bruno; él tenía razón y se burló de ella. Se acerca al pastel de seis pisos decorado en blanco y dorado y lo tira al suelo. Nicolás le toma las manos. —Mi amor, por favor, escúchame. Lo que viste no es lo que parece. Luciana me sedujo, pero no pasó nada más. Podemos superar esto. Ariadna lo mira a los ojos y le da una fuerte cachetada. —¡Eres un idiota! ¿Qué esperas? ¿Que me case contigo después de esto? Su padre le pide que lo medite, que no arriesgue su futuro. Luciana baja las escaleras. —Lo siento, amiga, pero yo exijo que el Alfa responda... porque estoy embarazada.Capítulo 174Pasa un mes...Al día siguiente será la boda más esperada, los cuatro jóvenes más poderosos de la manada se casaran.Por fin después de tener que aplazar la boda en varias oportunidades, no hay ningún obstáculo para su felicidad.Aurora y David visitan a Samuel en la carcel, el lobo se siente avergonzado de ver a la cara a sus padres.—¿Como está Ximena? Espero que esté feliz ahora que ya no es mi esposa y rompí los lazos.—Esta bien, se casará con Ulises, el padre de su bebé.Samuel en medio de las lágrimas les pide perdón, se cego con la idea de ser un Alfa que no midio las consecuencias de su capricho.Su madre le cuenta que Gabriel se caso a los pocos días con una loba, pero está lo mato solo semanas después al no soportar sus maltratos.—Se que no pude darte una manada, un título noble, pero siempre tendrás mi cariño —David abraza a su hijo que se desmorona en los brazos de su padre.Samuel ha hecho las pases consigo mismo.Sergio llega a la manada, Sebastián y el s
Capítulo 173Bruno llega a tiempo, lanza una piedra que rompe aquella copa de vino, Ariadna cierra su boca y escupe con rapidez lo poco que entró.La loba corre a los brazos de su esposo mientras Jack carcajea de manera escandalosa y fuera de sí, había perdido por completo la razón.—Creo que es mi turno de beber —agarra su copa y la bebe —Nadie me quitara el sabor de tus labios.Jack empieza a escupir espuma blanca, y al igual que Lola, cae al suelo y convulsiona, pero en el proceso cae una de las velas sobre la botella de vino rota, lo que provoca un incendio.Ariadna abraza a Bruno, intenta rescatar el cuerpo de Lola pero lamentablemente el fuego consume el lugar.Lo que sucedió deja una marca en el corazón de Ariadna, luego de unos días aun tiene pesadillas con lo ocurrido esa noche, ordena a sus sirvientas botar todos los vestidos color rojo de su closet.Bruno la abraza, la acompaña en el proceso para superar lo que paso, ella siente que Jack si logro matar una parte de alma.—T
Capítulo 172Ariadna abre los ojos, aquella confesión de la nada, significaba algo, Lola estaba acabada y sin nada que perder, ya no le importaba nada.—¿Que quieres? No te basto con todo el daño que nos hiciste, aún así saliste ilesa, protegida por Leonardo.Lola saca un arma y apunta a Ariadna, le ordena que vaya con ella, la loba niega.—¿Quieres que te dispare? Me harías muy fácil el placer de matarte.La loba jala a Ariadna y le apunta en la cintura, le ordena que actúe normal y pida un carruaje.—¿Está bien mi señora? Está muy tarde para pedir un vehículo y las carreteras están oscuras —No te preocupes, necesito hablar en privado con mi hermana —Ariadna intenta mantener la calma, Pero algo levanta las sospechas de los guardias que deciden avisarle al Alfa Bruno.Lola le ordena al chófer arrancar de inmediato.—Bruno me va a encontrar, estás perdiendo tu tiempo —Ariadna intenta jugar con la psicología de su hermana para que la deje en paz.—El se quedará solo, Bruno es mío, el a
Capítulo 171Bruno es el encargado de hablar con Vivíana, la loba mira a un punto fijo y no deja de derramar lágrimas aunque no hay llanto—¿Que hiciste? —Bruno le da un vaso de agua incrédulo de lo que acaba de pasar—Ella me quito a mi bebé, solo pude ver a Lucrecia morir, la busque, se escondia usando su dinero, tenía que matarla, era una serpiente y se les debe quitar la cabezaBruno tenía que enviar a Viviana a la cárcel lobil, su delito era muy grave, Pero no podía concebir el nivel de dolor de Viviana para hacer algo asi, decidio enviarla con las ancianas Luna para que la cuidarán como una paciente sin sus capacidades mentales.Luca ordenó que su ex esposa fuese enterrada en la manada Pero lejos de todos sus seres queridos, la muerte de Catalina fue impactante, pero no podía perdonar todo el daño causado.Norma estuvo a su lado, sabía que para Luca era cerrar un ciclo de errores y consecuencias que les costó muchos años de su amor.Pasan los días...Hope sonríe agitada, mueve s
Capítulo 170Ximena cae al suelo pero David logra detener a su hijo que está temblando por la rabia—¡Maldita! Cómo pudiste engañarme, no eres más que una suripanta como tú madre.Marcia llega y le da una cachetada a Samuel mientras ayuda a levantar a su hija del suelo.—¡Llévatelo de aquí! —grita Marcia enojada.—¿A dónde lo llevarás? —Ximena se preocupa, Samuel no está nada bien con lo que está pasando.—A la carcel —David siente como su garganta se quiebra al tener que decir esto, jamás pensó que tendría que llevar a su hijo a ese lugar.—¡No me puedes hacer esto papá! ¿Me odias? —Samuel enfurece lleno de odio.—No hijo, te amo y por eso se que tengo que hacer esto, es por tu bien.Samuel grita mil groserías a una adolorida Ximena, que sabe hizo lo correcto, Samuel estaba perdido en sus ambiciones.—¿Lo que le dijiste es verdad? —Aurora toma las manos de Laura, la mira a los ojos, no la juzga.—Tenia miedo, el padre de mi cachorro es Ulises y yo pensé que el se quería burlar de mi,
Capítulo 169Sebastián le pide una oportunidad, Pero Ana está decidida a dejarlo, siente que aquella ofensa llegó demasiado lejos.Toma a su bebé y pide posada en casa de Marcia.—¡No puedes irte con mi bebé! —Sebastian intenta interceder, hacerle ver qué es una locura—Hace unas horas te faltó llamarlo bastardo —Ana corre hasta el carruaje de Marcia que ha decidido darle su apoyo.—Dale un par de días, está muy alterada, no la presiones —La loba le aconseja a Sebastián mantener la calma.En casa de Marcia, Samuel está enfadado por la llegada del bebé.—Dile a Ana que calle a ese mocoso, no tengo porqué soportar esto —gruñe el lobo.—Es un cachorro pequeño, además esta es casa de mi madre no voy a imponer leyes —Ximena se siente cansada.—¡Claro! Tenías que recordarme que solo somos unos mantenidos en casa de tu madre, Ximena espero que me pidas perdón de rodillas cuando Gabriel me nombre Alfa.—¡No va a pasar! —Ximena levanta la voz —Gabriel no te quiere cerca, Aurora y David están f
Último capítulo