63:Tiempo de cambio.
[ Ginevra ]
Emanuele me llevó a su pequeño departamento. Estaba limpio y olía a pan; un poco gracioso, pero era lindo.
—Te puedes quedar aquí hasta que llegue la policía —dijo.
Me volteé de inmediato y negué con la cabeza.
—¿Llamaste a la policía? —pregunté, nerviosa. Si era así, tenía que salir de aquí lo más pronto posible.
—No, pero necesitas llamarlos —respondió. Volví a negar con la cabeza. La policía estaba con Valentino; llamarlos sería entregarme en bandeja de plata.
—¡No! La policía está con las personas que me secuestraron —le dije. Él frunció el entrecejo y asintió.
—Entonces ¿qué se supone que debo hacer? El secuestro es un delito y los que te hicieron eso deben pagar —dijo con sinceridad. Yo me reí, amarga. De verdad que existen personas tontas en el mundo.
—Me tengo que ir —le dije y empecé a caminar hacia la puerta, pero me detuvo.
—No te vayas, lo siento, yo... es que no sé qué hacer —confesó, y pude ver la franqueza en su expresión.
Respiré y bajé un poco el