61: La decisión de sobrevivir.
Mis manos temblaban mientras estaba allí, de rodillas frente a él. Agaché la mirada y abracé con fuerza mi vientre, tratando de evitar que ellos sintieran todo el dolor que yo estaba sufriendo en ese momento, pero era inútil; mis bebés sufrían dentro de mí de la misma manera en la que estaba sufriendo yo.
—Te irás con Santos —me informó Valentino. Yo levanté la mirada y empecé a negar con la cabeza. Sabía lo que eso significaba, y no iba a permitir que él me dañara nuevamente.
—Por favor, no… —le pedí, o más bien le supliqué.
—¿No fuiste tú la que pidió estar lejos de mí? —me preguntó. Pero yo volví a negar con la cabeza, desesperada. Me arrastré hacia él y abracé sus piernas con fuerza. Mi corazón ya no podría soportar un golpe más.
—Te lo ruego… —le imploré entre lágrimas.
Valentino me agarró del brazo y me levantó de un tirón.
—Te irás con Santos, ya lo he decidido —me dijo mientras me miraba a los ojos.
Tragué en seco y asentí. Ya no podía hacer nada más; simplemente dejarme lleva