60: La muerte seria una mejor salida.
El sonido de golpes en la puerta me despertó sobresaltada. Me levanté del piso donde estaba y un terrible dolor en la costilla me atravesó. Miré el baño y las palabras que me había dicho Valentino llegaron a mí como un puñetazo en el estómago.
—¿Te quedarás a vivir allí? —me preguntó él con paciencia.
Abrí la puerta de golpe y lo miré a la cara.
—Tal vez —le respondí y salí del baño, pero Valentino agarró mi brazo y me detuvo.
—Lo que pasó ayer... —no dejé que terminara, aparté su mano de mí y seguí mi camino hasta la cama; allí tomé mi pijama y volví a ponérmela.
—Lo que pasó ayer fue un error, yo estaba muy cachonda, si no era contigo, pude haber follado con cualquiera —le dije.
La expresión que me dio Valentino fue oro puro. No dijo nada al respecto, solo entró al baño y cerró con un portazo. Me subí a la cama y me tapé de pies a cabeza con la sábana y cerré los ojos; necesitaba borrar de mi mente lo que él me había dicho, necesitaba sacar a Valentino por completo de mi... ¿corazón