Emma
— Todos de pie para recibir al juez.
Son las ocho de la mañana y el juicio ya ha comenzado. Theo se encargó de llevar a Oliver al colegio esta mañana y luego vendrá directamente al juzgado. Le insistí que fuera a trabajar, pero se negó rotundamente.
— Llamamos al señor Nicolás Fournier a declarar.
Hoy, su abogada lleva el pelo recogido y viste un traje negro de pantalón con saco. Nicolás sube al estrado con ese aire de superioridad que siempre lo acompaña.
Sus ojos verdes me miran por un momento, y una sonrisa arrogante se dibuja en su boca fina, mostrando sus dientes blancos. Aparto la vista cuando siento la mano de James sobre mi brazo. Se inclina hacia mí y comienza a explicarme lo que harán.
Al parecer, dejarán que Nicolás hable sin interrupciones; necesitan que mienta un poco más, para luego derribarlo con las pruebas, y finalmente, será el turno de Margo.
— Señor Nicolás, ¿Puede contarnos cómo era su relación con la madre de su hijo? —pregunta el juez.
Nicolás asiente, su p